Por esta razón Mark Carney, antes de llegar al poder en el país, dijo que "Los estadounidenses no deben equivocarse: en el comercio, como en el hockey, Canadá ganará",  agregando que en materia arancelaria habrá respuestas a Trump y que "los Estados Unidos nos muestren respeto". Por entonces Trump al recibir notorias negativas por su política importadora, dentro y fuera de los EEUU; modificó la postura y estableció mayor plazo para la implementación de las amenazas. 

En ese proceso Carney advirtió que "Nos esperan días oscuros. Son días oscuros, provocados por un país en el que ya no podemos confiar. Estamos superando el shock, pero nunca olvidemos las lecciones: tenemos que cuidarnos a nosotros mismos y a los demás". Ratificando la postura por ahora adversa a Trump, consideró que "Necesitamos trabajar juntos en los días difíciles que se avecinan. Les prometo esto: juntos podemos superar esta crisis y lo haremos. Podemos y saldremos más fuertes que nunca, y lo haremos porque Canadá se basa en la fuerza de su gente". 

La expectativa para el día después, en el sentido figurado, radica en las futuras elecciones para las que se supone en los ámbitos políticos del país, que no mediará demasiado tiempo para su convocatoria. Frente a este escenario vale la pregunta sobre el parecer de la monarquía británica que, sin perjuicio de la “independencia” referida de Canadá, existen lazos que tal vez, demanden una respuesta ante las amenazas condicionantes de Trump, respecto de un país que puede provocar algo más que disparidades de criterio entre los gobiernos de los EEUU e Inglaterra. 100325